El tiempo se acabó.


En el día de ayer el Senador por la II circunscripción de la región de Antofagasta, Alejandro Guillier, emitió la frase que es titular de esta reflexión. “..el tiempo se acabó”. Efectivamente el tiempo de los abusos, las malas practicas empresariales como colusión, de los acuerdos políticos cerrados entre 4 paredes. Esto no es una idea, es un hecho,  y quien tenga la osadía de continuar en esa línea no solo será refutado sino que será aislado completamente. Ocurrió con Guiller, quien preso de sus propias palabras “su tiempo se acabó”, en menos de 10 horas se quedó solo y se vio naufrago en su idea de llamado a elecciones anticipadas no tan solo desde quienes gobiernan sino de quienes se supondrían son su coalición.

Aunque la frase es utilizada de forma poco acertada creo que es si es acertada en lo evidente, “el tiempo se acabó para la clase política”, sobre todo para quienes quieren sacar provecho de ciertas situaciones socio-políticas propias o ajenas al país tomando un pedacito de la realidad para contar la historia desde sus trincheras ideológicas, ya no pueden contar el cuento para enarbolar una bandera de lucha social de la cual ellos mismos hoy son parte del problema, un ejemplo es la crisis de Bolivia.  
Me devio un poco del tema para explicar la cronología del problema en Bolivia. Evo Morales intentaba ir a una 4ta reelección, la constitución se lo impedía por lo que organizó un referendo para que la ciudadanía votase e increíblemente perdió, por ello recurrió a una instancia que no estaba 100% validada de forma clara y se postuló igualmente llegando a las elecciones del 20 de octubre con evidentes falencias de conteo de votos declarándose ganador con un 46,8% vs 36,7% (no mayoría absoluta, pero la constitución boliviana permite un ganador con más de 10 puntos porcentuales de ventaja de su más cercano perseguidor), de allí en adelante la crisis se desató con una oposición férrea a no reconocer el balotaje y con un Evo que no quiso escuchar la voz de su propio pueblo por al menos 3ra vez. Ambas partes estiraron tanto el elástico que finalmente las FFAA se pronunciaron diciendo que no iban a intervenir mediante la fuerza sino llamando al dialogo de todas las instituciones políticas del país realizando  un último llamado a la paz social. El final ya lo sabe, Evo llamo a nuevas elecciones pero ya era muy tarde, las FFAA sugirieron la renuncia de Evo y este último renuncia aludiendo a que se iba para que el pais recuerara la paz socia,  no sin antes acusar a los Golpistas (Sí, esto fue un golpe de estado). Ahora juzgue ud. mismo con sentido común, ¿Evo renunció por la paz social? O fue que se quedó sin credibilidad en gran parte de la ciudadanía Boliviana, sin validación internacional, acorralado por la oposición y abandonado en sus propias palabras. Tome en cuenta que ayer lunes 11 de noviembre las FFAA decidieron salir a la calle a poner orden en un país que se vio abandonado por sus instituciones políticas y con un Evo que parte al exilio a México.

Volviendo al tema de esta reflexión, la crisis en Bolivia ¿pudo evitarse?, efectivamente porque el pilar fundamental que sostiene toda democracia es respetar las reglas del juego, los presidentes deben terminar sus periodos como también si pierdes una elección debes respetar la decisión del pueblo. Y quien es elegido no debe olvidar que se debe al pueblo por el pueblo, sino el mismo pueblo se encargará de recordarle que la Presidencia de un país es solo el más alto cargo del servicio público. ¿En otras palabras?.

El tiempo se acabó para la política mediocre y de trincheras, es tiempo de política con sentido común respondiendo no solo al ¿Qué?, sino al ¿Cómo? de los problemas sociales. El tiempo se acabo para los vieja política y para quienes lucharon por la democracia, pero la historia futura recién comienza en las calles con una olla y un cucharon de palo.

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