Tengo ya 30 años, hace casi 6 años que vivo en Santiago, ciudad que me ha acogido con gracia, pero sin la pasión que sentí cada vez que recorrí las calles de mi puerto hoy herido. Yo no perdí mi casa, mis padres hace 3 años que se mudaron a Quilpué, mis tíos no fueron afectados, no tengo familiares directos que hayan sido afectados, pero aún así sigue doliendo. Sigue doliendo porque ser porteño no es y nunca fue fácil, muchas veces te veían como el patio trasero de Viña del mar, como una ciudad hedionda, llena de basura y pasada a pescado, con la sensación de que el tiempo se detuvo en Valparaíso.
Dejamos de ser el primer puerto de Chile con la potenciación del puerto de San Antonio, el resto de las comunas principales de la región fueron avanzando, pero Valparaíso comenzó a verse viejo. El recuerdo de sus callejuelas, de sus cerros y de sus miradores son un mito que solo turistas extranjeros buscan conocer porque el resto de Chile solo sabe que tenemos el Congreso, donde los "Honorables" discuten el avance legislativo del país o bien que es una ciudad Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Poco se sabe de que Valparaíso es una de las ciudades más desvalidas de Chile, poco se sabe que la mayor parte de las construcciones de sus cerros no están regularizadas desde hace más de 30 años, pero que los distintos Gobiernos regionales o bien locales se preocuparon de hacerle llegar alcantarillado, alumbrado público y agua potable, solo con el afán de asegurar su próximo periodo y que han pasado generaciones completas esperando que la situación de sus casas. Sus abuelos, sus padres y sus hijos han trabajado para levantar un techo donde vivir, pero el tiempo sigue y no son dueños Legalmente de lo hecho con su propio sudor y esfuerzo.
Poco gente sabe, quizás solo los porteños más adultos, que donde se emplaza el actual Congreso se encontraba uno de los principales Hospitales de la Región. El Hospital Enrique Deformes que tras el terremoto de marzo de 1985 quedo devastado, que bajo la lógica de necesidades lo cuerdo era construir uno nuevo, pero que la lógica chilena emplazó el Congreso en un intento de descentralizar Chile.
Esta ciudad ha forjado mi carácter, mi forma de sentir la vida, Por eso cuando veo como el porteño se levanta, como pone el hombro a la vida y mira el puerto con una sonrisa y optimismo solo me queda volver a mis raíces, secar las lagrimas contenidas, tomar el chuzo y la pala para hacer honra a lo que es ser un "choro del puerto",
#FuerzaValpo
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