Un Cabro Chico

Después de mucho pensarlo, deletreando una y otra vez más esas sencillas palabras en mi mente, lo dije, mejor dicho: lo escribí. Sí pude decir a esa persona que esta solo a medio metro de distancia de mi todos los días desde hace un par de semanas lo guapa que se veía con esos pantalones negros ajustados, su blanca polera de tirantes y botas negras. 
Fue inevitable, cada vez que se reía o paseaba cercana era como un desafìo a mis ganas de decirle, te ves guapa. Bueno quizás para algunas personas sea muy fácil decirlo de frente, pero para mi en especial no lo es. Es como un pesar de sentirse tonto o de que te cataloguen como parte de esa maraña de hombres zombies que siguen a una mujer guapa con la mirada de cordero degollado. No, yo no quiero ser de esa clase, ni menos en este caso, sencillamente porque disfruto diciendo a un mujer guapa (cuando lo es), lo bien que se ve.
Es un deleite ante la sorpresa que puede conllevar su reacción y de lo sencillo que es llegar a una mujer cuando le reconoces sus virtudes fisiológicas.
Bueno, siento desviarme tanto del tema, pero es para que quede claro cuanto admiro a la forma femenina en todos sus aspectos. 

Como puede ser que me sea tan difícil decirle a una mujer lo guapa que se ve?, será cosa de timides?, pues la verdad es mejor muchas veces no decir ciertas cosas que decirlas, por eso del prejuicio y de que te digan "me estas acosando". Para mi ese día viernes fue como una revelación ante mis ojos, ante mi sentido de la curiosidad alimentado por las ganas de saber quien es la persona que vive 8 hrs diarias a tu lado. Pues me lleve una sorpresa. y creo que a pesar de ello , aun no terminaré de sorprenderme. Por eso me gusta como soy, un cabro chico que disfruta cuando rompe el envoltorio del dulce para ver como es, así sencillamente un cabro chico.

Farandu-Politica, Episodio I (la amenaza de la Jiles)


Existen situaciones que uno no siente que debe darle importancia necesaria, quizás porque no nos afectan o sencillamente, porque son de una ridiculez exorbitante. Una de estas situaciones, o más bien personajes de farandu-política chilena es Pamela Jiles, que a medida que pasa el tiempo me convenzo más en que su apellido no es mera coincidencia.
Después de su mal llamada "perfomance" frente al palacio de la moneda en la cual se vistió de generala y subió a una siliconada mujer en sus piernas, que después hizo un "Desnudo artístico" me reí muchisimo, pero mientras reía uno de esos flashes que se cruzan por la mente humana me di cuenta de que ella (la Jiles), no estaba ironizando con alguna situación de contingencia política, ni menos apelando a la igualdad del sexo femenino y por muy lejos apelando a hacer un acto de reivindicación homosexual la muy Jiles estaba hablando en serio, quedé impactado, no porque fuera grave el tema que deba ser llevado al consejo de inDefensa del Estado, sino porque simplemente que es un claro ejemplo del parecido entre política y la farandula. Cual es ese parecido dirá ud, es que simplemente en la farándula y en la alta clase política, la gente se pitio.

Este es el el Chile de hoy, en donde ya no es extraño que una mujer se vista como un general, en un país donde ser un general-presidente no es algo que sea bien digerido por el pueblo y en donde empelotarse frente al palacio de la República es digno de ser llamado un "Desnudo artístico" y que más aún sea proclamado como un acto para reunir firmas y ser candidata presidencial. Eso es algo que no se ve todos los días y no me parece menos extraño, pero como bien dice una frase por  ahí...."Chile un país de contrastes"

La fila.

Desde que llegue a esta gran ciudad he tenido grandes, gratas y desagradables experiencias a lo largo de estos 3 y pico meses de trabajo. Pues sí, como ud. debe estar pensando yo no soy Santiaguino (y gracias al dios en que no creo no lo soy), soy un provinciano más que llego con su maletita de sueños, proyectos, aspiraciones y todas aquellas cosas que el ser un "chico de pueblo", implica.

Y sí, esta historia implica justamente como mi evolución  personal va llevándome por el camino de ser un santiaguino más, cosa que no sé si es tragedia griega o bien solo una anécdota de la vida en esta ciudad.
Yo en mi ciudad, pueblo o provincia como ud. quiera llamarle, llamada Valparaíso siempre tuve la ventaja de tomar un bus, el trolebus, o hasta un ascensor para llegar a mi destino, y en el camino podías sortear peatones, un poco de congestión digno de una ciudad con calles pequeñas y muchas micros que como resultado ensalsaban el ambiente con una sinfonía de bocinas motores acelerados y hasta algún improperio para quien indignamente conduce a la defensiva, pero siempre recordando que somos región, lejanos a la vil y mundana vida acelerada que llevan los santiaguinos. Así es la vida en mi puerto querido, apasiblemente tranquila y enchuchante a veces.

Pues bien, cuando llegue a Santiago tuve la suerte y ventaja de vivir con un primo y su Familia, y aún mejor suerte de que él trabaje a dos cuadras de donde yo comencé mi practica profesional, por lo cual me vengo en auto todas las mañanas disfrutando del paisaje de la cordillera y de oxigenados tacones acelerados, que me recuerdan porque el verano es tan lindo. Durante el pasar de los días uno se va dando cuenta que aquí en Santiago, si hay taco en las mañanas no te tocan la bocina, que la gente cuando va a tomar micro hace fila sin decir nada, y en las micros y ascensores los hombres dan preferencia a las damas, yo con todo eso en una semana reflexione, debo reconocerlo, lo más provinciano del mundo....."pucha que son evolucionados en la capital".

Esto puede llegar a ser el orgullo de cualquier Santiaguino e inclusive tomar ribetes de propaganda política de algún con un ministro diciendo "pues si en Chile somos un país desarrollado" o bien al "abanderado" (cada vez que dicen eso se me imagina al aludido(a) de turno como la Bolocco y su foto con la bandera de nuestro país vecino) de la oposición hablando demagogicamente de como es el "Chile de Hoy". Déjeme decirle que esta equivocado,  que la gente hace fila para tomar micro, porque sino lo hace alguien de la fila te recordara a tu parentela y lo muy estúpido que eres al tratar de tomar el transantiago, porque la micro se llena  como una lata de sardinas y avanza a 18 mts por hora.

Pero que tiene que ver el transantiago con ser santiaguino se dirá ud.?? pues mucho, ya que cuando por la mañana me vine en micro, ya desde hace un tiempo lo hago por diferentes razones,  estar en la fila y ver como la micro se llenaba para después hundirse en un taco de proporciones mayúsculas de tamaño 72, no me pareció extraño a lo cual pensé sonriendo, soy un santiaguino más, soy una ovejita del rebaño de esta gran ciudad.